Qué bien empiezo la semana.

Hola, lo que vais a leer un poco más abajo, no le he escrito yo, me lo han escrito a mí.
En mis clases de formación siempre insisto e intento transmitir a mis alumnos que debemos sentirnos orgullosos de lo que sabemos hacer.
No es ninguna vergüenza reconocer que uno es bueno en su trabajo, y siempre digo a mis alumnos, poniéndome a mí como ejemplo:”desde luego, no soy la única asesora de imagen y seguramente no la mejor, pero soy buena, hasta me atrevo decir que soy muy buena.
¿Y por qué este atrevimiento?, pues porque no lo opino solamente yo, lo opina también muchos de mis clientes, que a través de sus llamadas, cartas y correos me van demostrando su satisfacción y agradecimiento después de haber hecho cursos conmigo.
Por lo tanto, lo que vais a leer a continuación, no es para presumir, sino para compartir, compartir la alegría de recibir el reconocimiento y unas palabras cariñosas de mujeres que están experimentando las grandes ventajas de saber la gama de colores que les sienta mejor.


Querida Agneta, 

Soy María A. Te visité con dos amigas el pasado mes de noviembre, descubriendo la importancia del color acertado y la diferencia que supone. La práctica de tus consejos ha posibilitado, sin duda, una mayor alegría en el contenido del armario (prometo que no he vuelto a comprar nada negro), pero sobre todo, llevando a la práctica tus recomendaciones, experimentar que lo más elegante, lo que combina muy bien, lo que nos gusta, no siempre equivale a lo más favorecedor. Lo cierto es que al principio me parecía que el “verano” era una paleta complicada de colores, pero ahora estoy cada vez más contenta con las combinaciones que posibilita.

Muchas gracias por compartir conmigo tu nuevo blog en el que sin duda he encontrado información muy interesante. Me ha alegrado mucho encontrar el vínculo con Victoria de Talhora, muy buena amiga y cuya artesanía disfruto hace muchos años, desde que la descubrí en Altea.

Te adelanto que en los próximos días recibirás a dos clientas que te he remitido. El marido de una de ellas es compañero mío y le comenté la oportunidad de hacer un regalo excepcional a su esposa. ¡Le encantó la idea y así lo hizo!

Quisiera aprovechar su visita para poder adquirir a través de ellas los productos de maquillaje que me recomendaste y que me resultan estupendos. Concretamente los polvos traslucidos del número 2 y dos coloretes 400 (Verano). Te agradecería mucho si pudieras tenerlos preparados para su visita y que así me los pudieran hacer llegar. Por favor confírmame si es posible.

Muchas gracias y un abrazo,

María - “Verano”




Hola Agneta,
Solamente unas líneas para tenerte al corriente de mis progresos.
La semana que viene enviaré unas fotos para que veas el cambio.
¡Estoy cambiando todo mi guardarropa! Sólo uso mis colores de “Mujer Invierno“ y me identifico perfectamente con mi estilo de mujer sofisticada, los “feedbacks” son excelentes.
No obstante, la semana pasada me quise poner una falda beige que me quedó y solo un top marrón que también me quedó; casi me muero cuando me vi en el espejo. ¡¡¡ Qué espanto, que mustia!!! Y así andaba yo por la vida….
Desde Munich, besitos muchos y reitero la mejoría de calidad de vida gracias a tu trabajo.


Ines

Verdades y consejos para el hombre elegante

Vivimos en una época de marcas y se ponen logos y etiquetas por todas partes, ir de hombre-anuncio, no es elegante. Pero, ¿qué es elegancia? Para definirlo diría que el hombre elegante es aquel que cuando se retira de una fiesta, todos los demás han captado que lo es, pero nadie recuerda muy bien cómo iba vestido. 

• Un traje bien cortado, siempre será cómodo. 
• En la combinación traje, camisa y corbata, no debe usar rayas más que en una de las prendas. 
• El traje cruzado lleva un ojal en cada solapa, en el de botonadura sencilla se lleva un solo ojal en la solapa izquierda. 
• Una chaqueta bien aplomada, no se va hacia adelante ni hacia atrás al desabrocharse. 
• Los pantalones con pliegues hacia adentro disimulan un abdomen voluminoso y además quedan mejor con tirantes que con cinturón. 
• El largo correcto es cuando el pantalón se quiebra una vez por delante y por detrás toca el tacón. 
• En las camisas de vestir los botones deben ser siempre de nácar. 
• Las camisas de rayas son para el día, para la noche deben ser blancas o de color crema. 
• La elección de corbata refleja el gusto y rasgos de personalidad de su dueño. 
• Una buena corbata siempre es de fibras naturales y se reconoce por su tacto. 
• Zapatos y cinturones deben ser un tono más oscuro que el traje 
• Un hombre elegante evita las joyas, excepto las discretas y funcionales. 
• Colonias son también un complemento del buen vestir, pero atención con los perfumes penetrantes.

El secreto está en la actitud

¿Recuerdas aquella magnifica campaña de publicidad de las tiendas Body Shop de hace unos años? 

En todos sus escaparates había un cartel grande que mostraba una muñeca con cuerpo y cara de mujer. Podría representar cualquiera de nosotras, no era ni gorda ni flaca, ni guapa ni fea, pero tenía una sonrisa encantadora. 

Era una campaña de autoestima y el eslogan decía: “Somos 3000 millones de mujeres en el mundo y solo 8 son supermodelos”. 

Cuando en los cursos de imagen personal alguna clienta se queja de estar gordísima, tener unas piernas horribles, etc., suelo preguntar quién se lo ha dicho. En el 90% de las ocasiones la respuesta es siempre la misma: “Nadie, pero yo lo sé, no hace falta que me lo digan”. 

Para conseguir una buena imagen personal, el cambio de actitud hacía uno mismo es fundamental. Esto significa aprender a conocerse, aceptarse y quererse, quererse mucho. No es vanidad sino realismo. 

¡Expresa tu individualidad! Tener un cuerpo que quita el hipo es maravilloso pero no eterno. Así que más vale cuidar el que tienes y aprender a sacarle el máximo partido porque para ser una mujer guapa no depende de si entras en la talla 38 o si necesitas la 46.

Imagen personal versus imagen visual

Sin duda, la imagen que proyectamos hacia los demás es importante. 

Alguna vez os habéis parado a pensar en cómo a menudo definimos los países y sus gentes por la forma de vestir: 

“Los italianos tienen mucho estilo”. 

“Las francesas son las más elegantes”. 

“Los ejecutivos japoneses visten impecables hasta en el último detalle”. 

“Los suecos dan más importancia a lo práctico que a lo elegante en su forma de vestir. 

¿Y España, qué opinión tienen de nuestra imagen personal en otros países? Tenemos fama de ser muy simpáticos y amables. ¿Pero, qué tal vestimos? ¿Aprobamos esta materia? 

La forma de vestir es una tarjeta de presentación al resto del mundo y el cuidado personal refleja claramente nuestro autoestima y como nos valoramos. 

La sociedad actual es cada vez más competitiva. En tiempos de crisis transmitir confianza y seriedad se vuelven más que nunca una necesidad y tener buena imagen es una herramienta imprescindible para transmitir credibilidad profesional. En una entrevista de trabajo, es evidente que las cualificaciones, las experiencias y nuestra personalidad cuentan mucho pero, en contra de lo que puedas creer, en los procesos de selección un entrevistador busca motivos para no seleccionarte y una vestimenta inadecuada es uno muy poderoso. Ropa, zapatos y complementos juegan un papel destacado para la persona que quiere avanzar o triunfar en su vida personal y profesional. 

En un primer encuentro, según unas estadísticas de la Universidad de Stanford, cuando conocemos a una persona percibimos un 55% de imagen visual (físico, vestimenta, colores), un 38% de su tono de voz y solo un 7% corresponde a lo que dice. ¿Todavía te parece que tu look es poco importante? 

Ten presente que la primera impresión puede durar toda una vida y nuestras cualidades internas son a menudo juzgadas por nuestro aspecto exterior. “Gente compra gente”

¿Qué tipo de compradora eres?

La semana pasada he dado unos consejos para acertar comprando en rebajas. Esta semana quiero hablaros un poco de los diferentes perfiles de compradoras. 

Y tú ¿quién eres? 

¿Compras por arrebato, calculas los pros y los contras o tardas horas en decidirte por una simple camiseta? El sueldo, la educación y el entorno profesional condicionan tu shopping, pero el carácter y la personalidad definen tu perfil de compradora. 

La realista

Es una estratega comprando. Tiene su ruta de tiendas perfectamente planificada y no pierde el tiempo en ir de una tienda a otra para ver si encuentra algo interesante. Lo interesante lo ha fichado antes del comienzo de las rebajas y tiene la lista hecha de lo que necesita. 

Tiene un vestuario bien pensado y equilibrado, con prendas de corte clásico y colores neutros. Sabe combinar como nadie su vestuario. Es una experta en dar un look nuevo a un traje de dos temporadas atrás invirtiendo en complementos de calidad. 

No es una fashionvictim ni se deja influir por la opinión de los demás. Suele ir de shopping sola, compra lo que necesita, se detiene en probárselo cuidadosamente y nunca vuelve a cambiar sus compras. Exige buena calidad y es experta en comprar con más gusto que dinero. Conoce bien a las vendedoras de sus tiendas favoritas. Si hay que retocar una prenda, para asegurarse del resultado, prefiere que lo haga su modista en vez de utilizar el servicio de la tienda. 

La impulsiva 

Todo lo opuesto a la realista. Se deja embaucar por los escaparates. Es una fashion victim. Siempre va a la última y sigue las tendencias de la moda a rajatabla. Si el bolsillo se lo permite, es capaz de dilapidar una fortuna en unos excéntricos zapatos o en un abrigo de peluche naranja. 

No es que vaya de compras: el shopping es tan cotidiano para ella como la tostada del desayuno. Es cien por cien impulsiva y se guía por sus variables estados de ánimo. 

En su armario reina un verdadero caos. No se molesta en hacer cambios ni reclamaciones. Si una vez en casa no le queda bien o no le gusta, se lo regala a sus amigas o lo relega al fondo de su armario para siempre jamás. 

La fanática de las gangas

Su lema es ganga y su palabra clave es: qué sea barato. Comprar es como un deporte de élite y la que se lleva el trofeo siempre es ella. Es clienta fiel a tiendas de segunda mano, mercadillos, rastros y conoce todos los outlets como la palma de su mano. 

Su teoría es que se puede ganar dinero comprando – si los precios son lo suficientemente bajos. Le atrae todo que anuncia “rebajas, saldo, oferta, liquidación total” y nunca se va de una tienda sin pasar por “el rincón de las oportunidades”. 

La indecisa 

Transmite su baja autoestima y escasa decisión en cada uno de sus gestos, en su manera de moverse, de mirar y tocar las prendas -se para, se prueba montañas de ropa, pide consejo constantemente o marea a la dependienta en el probador-. 

No tiene un estilo definido, como la realista o la impulsiva, y por ello suele salir de compras acompañada. Cuando lo hace sola vuelve a casa con las manos vacías o con algo absurdo. Es fiel a las tiendas donde recibe trato personalizado. Suele cambiar sus compras con frecuencia. Y es muy susceptible: si se siente engañada en una tienda, no vuelve a pisarla.

¡¡¡Rebajas, Rebajas, Rebajas, Rebajas!!!

Comenzaron las rebajas y, con ellas, la obsesión compradora. ¿Cuántas veces ha comprado ropa que no necesitaba para nada? Aprovechando bien las rebajas se pueden adquirir prendas de calidad a precios increíbles. Aprenda a comprar con criterio.

Aquí, algunos consejos para acertar en las compras:

1. Empezar por hacer una lista de las cosas que necesitamos. De esta forma, al entrar en las tiendas tendremos una idea clara de lo que buscamos.
2. Comprar poco y bueno, es decir mejor invertir en calidad, no en cantidad. La buena calidad se nota a simple vista, tiene un tacto agradable y es duradera.                                                          
3. Aprovechar las rebajas para invertir en prendas de buenos diseñadores y marcas de prestigio. Una prenda con un corte impecable no se deforma y sobrevive intacta más de dos temporadas.
4. Informarnos sobre la política de cambios y devoluciones.
5. Ir de compras con calzado y ropa adecuada y cómoda, evita pereza en el momento de probar. 
6. Probarse la ropa, es imposible saber cómo nos queda una prenda sin entrar en ella. Tener en cuenta que las tallas varían según fabricante y país de origen. Por ejemplo, una talla 40 alemana es una 42/44 española mientras que una 40 italiana equivale a una 38 española.
7. Compre la talla que tiene, no la que desee tener.
8. En el probador, no se limite a mirarse en el espejo como una estatua de sal. Paséese por la tienda, agáchese, siéntese, ahora es el momento de averiguar si se mueve con comodidad o si la tela pica.
9. Leer las etiquetas. Saber qué nos compramos y cómo cuidarlo es fundamental.
10. Pensar en términos de amortización. Las prendas son caras o baratas en función de las veces que nos las ponemos.