¿Recuerdas aquella magnifica campaña de publicidad de las tiendas Body Shop de hace unos años?
En todos sus escaparates había un cartel grande que mostraba una muñeca con cuerpo y cara de mujer. Podría representar cualquiera de nosotras, no era ni gorda ni flaca, ni guapa ni fea, pero tenía una sonrisa encantadora.
Era una campaña de autoestima y el eslogan decía: “Somos 3000 millones de mujeres en el mundo y solo 8 son supermodelos”.
Cuando en los cursos de imagen personal alguna clienta se queja de estar gordísima, tener unas piernas horribles, etc., suelo preguntar quién se lo ha dicho. En el 90% de las ocasiones la respuesta es siempre la misma: “Nadie, pero yo lo sé, no hace falta que me lo digan”.
Para conseguir una buena imagen personal, el cambio de actitud hacía uno mismo es fundamental. Esto significa aprender a conocerse, aceptarse y quererse, quererse mucho. No es vanidad sino realismo.
¡Expresa tu individualidad! Tener un cuerpo que quita el hipo es maravilloso pero no eterno. Así que más vale cuidar el que tienes y aprender a sacarle el máximo partido porque para ser una mujer guapa no depende de si entras en la talla 38 o si necesitas la 46.
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